Desde niños nos enseñaron a lavarnos las manos, pero mientras nos hacemos mayores vamos perdiendo ese hábito fundamental de limpieza y en consecuencia nos exponemos a contraer variadas enfermedades que van del resfriado común a la gastroenteritis, la hepatitis y hasta el temible Covid-19.
¿Quién no recuerda a su mamá diciendo mil veces al día la misma cantaleta? “lávate las manos antes de comer y después de ir al baño”.
Así lo practicamos mientras fuimos objeto de supervisión y marcaje personal. Sin embargo, pasaron los años y por prisa, por flojera o hasta por incredulidad hemos dejado de hacerlo con la frecuencia necesaria.
Pues bien, al tocar todo con nuestras manos a lo largo del día, solemos traerlas sucias y transportar en ellas virus, bacterias y hasta hongos que llevamos al cuerpo sin siquiera notarlo.
En principio no es necesario tener las manos sucias para que los gérmenes se instalen en ellas y sean causa de contagio de las más variadas enfermedades.
Enfermedades que se transmiten por el aire a través de las pequeñas gotas que expelemos a través de los estornudos o la tos:
Resfriado común, gripe, varicela, meningitis.
Novovirus, la causa más común de gastroenteritis se propaga a través de las manos sucias en la preparación de alimentos.
Hepatitis A que llega a tu organismo a través de alimentos contaminados con partículas microscópicas de materia fecal por personas que no se lavaron las manos después de ir al baño.
Infecciones hospitalarias que suelen adquirirse tras una estancia en el hospital donde puede haber mala higiene en la preparación de alimentos y contaminarlos con E Coli y Sarn.
La lista es enorme e incluye:
Fiebre aftosa
Shigelosis
Giardiasis
Salmonela
Aléjalas lo más posible, con un buen lavado de manos varias veces al día. Nada es más sencillo y más refrescante que una buena lavada de manos.
